La constitución
de la química moderna
Nicolas Lemery
• El Cours de
chymie de Nicolas Lemery (1645-1715) fue publicado por
primera vez en francés en 1675. Fue reeditado en numerosas
ocasiones y traducido al castellano, inglés, alemán, italiano y
latín. Su enorme éxito puede explicarse por su clara
presentación de los saberes químicos de la época, con
explicaciones basadas en las formas y el movimiento de las
partículas que constituyen los cuerpos. Aunque la obra
representa un avance importante en la consolidación de la
química como disciplina independiente, su originalidad no debe
ser exagerada puesto que se enmarca dentro de la enseñanza de la
química impartida en el Jardin du Roi de París desde
mediados del siglo XVII. En la exposición puede contemplarse la
edición latina de 1681.
Tabla de afinidades
• Diversos autores
de este período trataron de ordenar en las tablas de afinidad la
información empírica disponible referente a la
"afinidad" química de las diversas sustancias entre
sí. La tabla expuesta fue realizada por Etienne François Geoffroy (1672-1731) y presentada en 1718
a la Académie des Sciences de París.
Tabla de afinidades
de Etienne François Geoffroy. La tabla representa a las sustancias
químicas con los símbolos empleados en la época, heredados de
la tradición alquímica. La idea que preside la clasificación
de Geoffroy es la siguiente: si un cuerpo "C" puesto en
contacto con un compuesto "AB" forma el compuesto
"AC", entonces podemos concluir que "C" tiene
más afinidad por "A" que el cuerpo "B".
Así, por ejemplo, la primera columna representa las sustancias
que se unen a los ácidos volátiles, representados por el
símbolo superior de la columna. En orden de afinidad decreciente
aparecen en esta primera columna la potasa, el amoníaco, los
óxidos metálicos y los metales. Para más información sobre
esta tabla, véase el texto original de Geoffroy.
.
• Numerosos autores desarrollaron durante
el siglo XVIII investigaciones sobre las "afinidades químicas", entre ellos el sueco
Torbern Bergman (1735-1784) cuyo retrato reproducimos. Bergman
construyó entre 1775 y 1783 varias tablas de afinidad, algunas
de las cuales incluían 29 columnas con información sobre la
afinidad química de 27 ácidos, 8 bases y 14 metales,
diferenciando entre reacciones por vía húmeda y por vía seca
(o forzadas por el fuego).
La teoría del flogisto
• Algunos historiadores afirman que la teoría del flogisto puede considerase como la primera gran teoría de la química moderna. A principios del siglo XVIII, el médico Georg Ernst Stahl (1660-1734) siguiendo las ideas de su maestro J.J.Becher (1635-1682), propuso una explicación conjunta de la calcinación de los metales, la combustión de los cuerpos combustibles y la respiración de los animales, basada en la existencia de un "principio de la combustibilidad" que denominó "flogisto". De acuerdo con sus ideas, los metales estaban formados por flogisto y la cal correspondiente, de modo que, cuando se calcinaban, el flogisto se desprendía y dejaba libre la cal. Del mismo modo, para obtener el metal a partir de la cal, era necesario añadirle flogisto, el cual podía obtenerse a partir de una sustancia rica en este principio, como el carbón, por ejemplo. Un buen ejemplo de los libros que emplearon esta teoría es la popular obra de Joseph Macquer, Élémens de chymie-théorique, que fue traducida al castellano y publicada en 1788 en Valencia, donde fue utilizada para la enseñanza de la química que se impartió en la Universidad.
• El desarrollo de los estudios sobre los gases fueron una de las causas que llevaron al abandono de la teoría del flogisto, aunque estas investigaciones se desarrollaron dentro de este marco teórico. Un ejemplo ilustrativo de este hecho es la obra de Joseph Priestley (1733-1804). En el panel se encuentra reproducido un grabado con los instrumentos utilizados por Priestley para la recogida de gases sobre una cubeta llena de mercurio. A pesar de que este autor realizó alguna de las principales aportaciones que contribuyeron al abandono de la teoría del flogisto, Priestley siempre interpretó sus resultados experimentales en el marco de esta teoría, lo que le llevó a acuñar términos como "aire flogisticado" o "aire desflogisticado".
• En la exposición hemos abierto
el Dictionnaire de chimie de Macquer por la voz "air
dephlogistiqué" que, como puede leerse, hace referencia a
un aire carente de flogisto, en el cual la combustión se ve
favorecida porque el flogisto puede desprenderse con mayor
facilidad del metal. Antoine Lavoisier, principal artífice del
abandono de la teoría del flogisto del que hablaremos más
adelante, denominó a este gas "oxígeno". El
"aire flogisticado" era para Priestley un aire saturado
de flogisto, por lo que la combustión o la respiración,
reacciones que suponían un desprendimiento de flogisto, no
podían producirse en él.Lavoisier lo denominó
"ázoe", basándose en que este gas es incapaz de
mantener la vida.
Desarrollo del periodismo científico
Otro importante aspecto de la actividad científica del siglo XVIII fue el desarrollo del periodismo científico que en nuestra exposición aparece representado por las Memorias de la Real Sociedad de Medicina y demás Ciencias de Sevilla y los Anales de Ciencias Naturales.
• Las Memorias de la Real Sociedad de Medicina y demás Ciencias puede ser considerada como la primera revista científica española. Al igual que otras revistas científicas de la época, estuvo asociada a una institución científica, la Regia Sociedad de medicina y otras ciencias de Sevilla En la exposición aparece un artículo del boticario real José Olivares publicado en el año 1765.
• Los Anales de Ciencias Naturales aparecieron durante los años 1799 a 1804, bajo la dirección de Domingo García Fernández (1759-1829), Cristiano Herrgen (m. 1816), Luis Proust (1754-1826) y Antonio José Cavanilles (1745-1804). En el volumen seleccionado aparece un artículo de Luis Proust, autor generalmente recordado como formulador de la ley de las proporciones definidas. Proust, cuyo retrato reproducimos, realizó la mayor parte de su actividad científica en España, primero en la Sociedad Vascongada de Amigos del País, más tarde en la Academia de Artillería de Segovia y, finalmente, en el Real Laboratorio establecido en Madrid a principios del siglo XIX.
Portada del primer volumen de la revista "Annales de chimie"Fue una de las primeras revistas especializadas de química. Fue creada por Antoine Lavoisier y sus colaboradores en 1789.