Primeramente cortamos las hojas de papel y los diarios a trocitos
pequeños. Echamos todos los trocitos dentro del cubo de agua y lo
dejamos en remojo medio día. Para facilitar que los trozos de papel
se vayan deshaciendo removemos el agua con la cuchara de vez en
cuando.
Utilizando el colador vamos cogiendo la pasta de papel y la
vertemos en la jarra. Cuando más fina sea la mezcla obtendremos un
papel de menor grano y más fácil será escribir en él.
Ahora vertemos todo el contenido de la jarra en la cubeta con
agua. Ya estamos preparados para crear papel. Sumerge el marco en el
interior de la cubeta y súbelo otra vez distribuyendo uniformemente
la mezcla de papel sobre la rejilla. Ve removiendo de vez en cuando
el interior de la cubeta con la cuchara para homogeneizar el
líquido.
Escurrida toda el agua de la pasta del marco volcamos la rejilla
sobre un trozo de tela. Cubrimos la película de pasta de papel que
hemos situado sobre el trozo de tela con otro trozo de tela.
Volvemos a sumergir el marco en la cubeta y volcamos su contenido
escurrido sobre el trozo de tela anterior. Al acabar cubrimos la
pila con otro trozo de tela. Repetimos estos pasos hasta obtener una
pila de 10 o 12 láminas de mezcla de papel.
Situamos entre las dos tablas de madera la pila anterior y la
comprimimos aplicando peso sobre la nueva pila- podemos situar unos
cuantos libros gordos encima de la tabla. Cuando se ha haya
escurrido todo el agua de la pila quitamos la primera tabla y
separamos las láminas de mezcla de papel de los trozos de tela con
mucho cuidado.
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